Los síntomas neurológicos son comunes -y similares- en niños y niñas gravemente enfermos con distintas afecciones

En los países de renta baja y media, los niños y niñas gravemente enfermos presentan, con frecuencia, manifestaciones neurológicas antes de morir, que suelen estar relacionadas con diversas enfermedades que pueden tratarse. Las punciones lumbares, que son útiles para identificar las causas de estos síntomas neurológicos y evitar muertes, rara vez se utilizan. Estas son las principales conclusiones de un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación “la Caixa”, y publicado en JAMA Network Open.

Cuando un niño o niña presenta repentinamente síntomas neurológicos, necesita ayuda médica urgente. Los países de renta baja y media registran el mayor número de estos casos, pero carecen de los recursos necesarios para un diagnóstico y un tratamiento adecuados. Hasta ahora, la comprensión de las razones que subyacen a estas emergencias médicas depende principalmente de las evaluaciones clínicas y de los informes de las familias tras la muerte del menor.

Este estudio se realizó en el marco de una red internacional centrada en la prevención de muertes infantiles, denominada CHAMPS. Un equipo dirigido por Quique Bassat, investigador ICREA y director general de ISGlobal, analizó los datos de más de 3.000 niñas y niños fallecidos en siete países de renta baja y media para identificar qué síntomas neurológicos estaban presentes antes de la muerte y correlacionarlos con la causa de muerte. Para determinar esta última, la red CHAMPS utiliza una técnica de muestreo de tejidos mínimamente invasiva (MITS, por sus siglas en inglés) desarrollada y validada por investigadores de ISGlobal, que consiste en obtener pequeñas muestras de tejidos y fluidos corporales (sangre, líquido cefalorraquídeo) tras el fallecimiento y analizarlas mediante pruebas histopatológicas y microbiológicas avanzadas.

Las evaluaciones clínicas no bastan

De los 1.330 menores en los que se registraron evaluaciones neurológicas, más de la mitad (727 de 1.330, es decir, el 54,7%) presentaban síntomas neurológicos antes de su muerte. Las causas de muerte confirmadas más comunes fueron: falta de oxígeno en el cerebro (23,2%); infecciones cerebrales como meningitis y encefalitis (10,2%); y malaria cerebral (5,11%).

Los síntomas neurológicos eran muy similares en los distintos diagnósticos, y las manifestaciones clínicas no permitían diferenciar las principales causas subyacentes. Entre los neonatos, los síndromes más importantes que presentaban manifestaciones similares eran los eventos hipóxicos y la meningitis, y en los niños, las presentaciones más similares se daban en los niños con malaria cerebral y meningitis. Sin embargo, sólo en el 18% de los niños con meningitis se realizó una punción lumbar (una prueba diagnóstica crucial) antes del fallecimiento. Esto se debe a varias razones, entre ellas la falta de recursos para realizar punciones lumbares, la falta de capacidad o de infraestructuras de laboratorio para analizar el líquido cefalorraquídeo, y la falta de directrices claras.

“Los síntomas neurológicos son comunes en los niños muy enfermos en países de renta baja y media, pero es imposible determinar la causa exacta sin realizar pruebas complementarias”, afirma Sara Ajanovic, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio. El estudio muestra que las punciones lumbares rara vez se realizan en estos países, y en más de la mitad de los lugares donde se hizo el estudio, no estaban disponibles.

“Lamentablemente, esto sitúa a estos países muy lejos de alcanzar los objetivos de la OMS para vencer a la meningitis en 2030. Mejorar el diagnóstico precoz de las emergencias neurológicas es esencial para reducir las tasas de mortalidad infantil”, añade la investigadora. Las y los autores señalan que casi el 90% de las muertes tras síntomas neurológicos eran evitables.